El acusado vertía en una finca del Parc Agrari del Baix Llobregat 480 toneladas de residuos anuales.
El fiscal ha solicitado hoy martes en un juicio celebrado en la Audiencia de Barcelona seis años y seis meses de prisión, multa e inhabilitación para el empresario Carles M. S., administrador único y gerente de la sociedad Fruitcamp, de Sant Boi de Llobregat, por un presunto delito ecológico. La acusación pública le imputa haber contaminado una finca situada en el Parc Agrari del Baix Llobregat con excrementos de animales. Vertía al año 480 toneladas de residuos.“Soy un agricultor. No tengo ninguna voluntad de contaminar. Si contamino estropeo las plantas y lo mío es producir”, ha explicado el acusado. El debate, sobre todo el de los peritos, se ha centrado en si los residuos vertidos en el solar habían sido tratados o no antes de despositarlos allá y el riesgo que esto supone para el ecosistema.
Cerdos y vacas
El fiscal sostiene que Carles M. S. disponía en la localidad de Banyeres del Penedès (Baix Penedès) de una planta de almacenaje de excrementos de animales para su posterior transformación en compuesto orgánico destinado al abono de campos de cultivo. A la citada planta iban a parar excrementos procedentes de las granjas de cerdos y vacas de la comarca de Osona.En el 2003, según la fiscalía, el acusado, aprovechando de que en la zona del Parc Agrari del Baix Llobregat se hallaba una finca abandonada con una extensión de 4.000 metros cuadrados, procedió a ocupar la misma y construyó en ella un depósito ilegal de excrementos. Este vertedero careció siempre de cualquier tipo de impermeabilización del terreno, por lo que los purines vertidos han generado un “grave riesgo de contaminación” por infiltración del acuífero superficial de la Vall Baixa de Llobregat, una zona declarada protegida por la Generalitat.
Información tomada de El Periodico
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