El partido se jugó bajo una intensa lluvia que no consiguió deslucir el magnífico encuentro que jugaron ambas selecciones. Tres partes de 20 minutos sirvieron para ver todo el talento, ganas y buenas maneras que demostraron las jugadoras, sin escatimar trabajo, una lección de compañerismo, sin primas ni gloria de por medio, solo ganas de jugar a rugby y lo más importante de aprender.
Oti Camacho, una de sus responsables nos comentaba que "el rugby femenino tiene una importante carencia en las categorías de base y estas iniciativas por parte de las federaciones son muy importantes para conseguir promocionar y fomentar este deporte entre las chicas más jóvenes".
Por su parte Fran Gonzalez, uno de los entrenadores del conjunto catalán, nos decía que "esperamos que después de este primer partido, y con el compromiso por parte de la Federación Catalana de repetir la experiencia, esto solamente sea el principio de una gran aventura, las jugadoras que solo han tenido ocasión de entrenador juntas un par de horas antes del encuentro han demostrado que se lo merecen".
Ambos coinciden en destacar que el resultado de 12-15 para las madrileñas es una pura anécdota. Lo importante fue el magnífico ambiente y la experiencia vivida que, ¡cómo no!, acabó con un gran 'tercer tiempo'.
Agradecer a todos los participantes, jugadoras, entrenadores, clubs, directivos y a los entusiastas seguidores, el apoyo recibido, esperamos que en futuras ocasiones seamos muchos más.
Posdata. Habrá quien piense, ¡cómo no!, que esto no es una noticia de interés,
Informacion tomada de Marca
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