Primero a por los toros, y una vez conseguido su objetivo, ahora van a cargarse el «foie gras» catalán. Así son las cosas, y prepárense los amantes de un buen «foie» con sus tostaditas y su mermelada de violetas, que van a quedarse sin bocado como los aficionados se han quedado con la Monumental cerrada a cal y canto. La organización Igualdad Animal, la misma que lucha por la abolición de las corridas de toros, esta en ello. ¿Se acuerdan cuando un grupo activistas saltaron a la arena del coso barcelonés?
Pues eran de Igualdad Animal, los que ahora la han tomado con los pobres patos que nos dan «foie gras» y han emprendido una campaña contra las granjas catalanas de engorde de estos animales. ¡Qué obsesión!
Uno lee que se han infiltrado en esas granjas y han tomado fotos y vídeos que demuestran una «dramática realidad», y, claro, ya no se sabe a qué palo quedarse. Ni toros ni «foie gras», en Cataluña, eso si. Y uno sigue leyendo que estos de Igualdad Animal se quejan, se llevan las manos a la cabeza, se estiran de los pelos..., porque los patos son sacrificados con cuatro meses de edad cuando en libertad podrían vivir entre 10 y 15 años. ¡Qué casualidad! Como los toros bravos pero al revés, que viven hasta su madurez en la dehesa en contra del vacuno de carne que en menos de un año de cría intensiva puede engordar hasta casi mil kilos.
O sea, a ver si me entero; a estos de Igualdad Animal les molesta que un pato que puede vivir años lo maten con cuatro meses y les cabrea más que un toro viva años en libertad cuando podría morir cebado con menos de un añito. ¡Vaya lío llevan! No se preocupen, que siempre nos quedara Francia. Nimes, Arles, Bayona o Dax son a partir de ahora signos de libertad en donde se puede comer «foie gras» -no catalán, claro- y acudir por la tarde a los toros.
Información tomada de ABC
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