El portavoz del grupo municipal convergente, Carles Ribas, ha explicado a EFE que el objetivo es "proteger a los menores de actividades que pueden afectar su salud".
Los responsables de la multa serán los padres o tutores del menor, según Ribas, quien, cuestionado sobre la autoridad del ayuntamiento para regular el hábito de fumar en espacios públicos, ha respondido que se trata de "una sanción administrativa que no tiene carácter penal".
La ordenanza contempla también una multa de hasta 300 euros a los menores que consuman alcohol en la calle, mientras que esta cantidad se reduce a 150 euros en el caso de adultos.
Otra acción que será penalizada es la de lanzar colillas al suelo, las sanciones son acumulativas: si un menor es sorprendido bebiendo, fumando y tirando luego al suelo la colilla, la multa será de 750 euros. Carles Ribas ha puntualizado que se instalarán ceniceros en lugares públicos, como las puertas del Auditorio de Girona, para dejar en evidencia que el objetivo no es recaudatorio.
El acceso a edificios públicos con elementos de vestir que oculten la fisonomía, como es el caso del burka, se recoge también como prohibición en la nueva ordenanza, que igualmente sanciona que se circule desnudo o en bañador con el torso sin cubrir.
Informacio tomada de Que.
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