«Asómate a la ventana para ver lo que te mereces». El hombre no le dijo nada más a su exmujer. Colgó el interfono del portal, se metió en el coche y se estrelló con su hijo dentro contra una glorieta próxima al domicilio de la madre. El vehículo se convirtió en una hoguera tras la colisión. Los bomberos tardaron varias horas en poder sacar los cadáveres carbonizados del padre, de 51 años, y el hijo, de 10.
El crimen ha sucedido sobre las seis de la mañana del lunes en la localidad grancanaria de Vecindario. La mujer había denunciado a su expareja varias veces por malos tratos. Y el examen posterior de los cadáveres ha revelado que el niño recibió cuatro puñaladas antes del choque.
Los investigadores de la Guardia Civil creen que el menor pudo haber muerto acuchillado antes de que su padre se estrellara con él dentro del coche. También analizan la posibilidad de que el hombre hubiera rociado con gasolina el interior del vehículo para asegurarse de que ardería tras el choque. Algún testimonio no confirmado ha declarado a los agentes que el padre le prendió fuego al maletero del coche antes de estrellarse contra la glorieta.
Los vecinos han declarado a los agentes que el hombre, que llevaba seis años separado de su exmujer, le dijo a su mujer por el interfono que se asomara a la ventana. La mujer, según la versión de los vecinos, no se atrevió a salir de casa por miedo. Y, como presintiendo el horrendo crimen, empezó a gritar: «¡Se ha llevado a mi hijo! ¡Ha matado a mi hijo!»
El parricida tenía antecedentes judiciales por violencia machista. Cinco años atrás, un juzgado canario dictó sobre él una orden de alejamiento de su exmujer. No fue esa la única vez que ella se denunció por maltratarla, según fuentes de la investigación, sobre la que pesa secreto de sumario.
Informacion tomada de El Periodico
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