Desde el Jueves dia 26 a las nueve de la mañana, un usuario de Ferrrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) que manipule un teléfono inteligente mientras viaja en un tren puede avisar a la empresa de que en el vagón en el que viaja se está produciendo un acto de incivismo. El sistema fue presentado por el conseller de Territori i Sostenibilitat, Lluís Recoder, y el presidente de FGC, Enric Ticó. Una de las actitudes ante las cuales Ferrocarrils insta a enviar un aviso es la de pedir limosna.
Una primera lectura de esta aplicación es que el Gobierno catalán insta a los ciudadanos a delatar y asumir funciones de seguridad que no le corresponden. Ticó lo niega: «Precisamente es lo contrario: hay un 99,5% de usuarios cívicos, y un 1% de ellos son usuarios cívicos activos, es decir, se enfrentan con los incívicos, con el riesgo de que les pase algo». Ahora, dice Ticó, el riesgo se acaba, porque una aplicación permite enviar un aviso con toda discreción y de forma anónima.
Para facilitar la denuncia, la aplicación cuenta con 11 acciones incívicas que denunciar presionado una tecla. Y cabe destacar la sorpresa de que entre esas teclas destaca una con un receptáculo y unas monedas en el aire que corresponden a la acción presuntamente incívica de mendigar. Preguntado por este diario, Ticó hizo autocrítica: «La mendicidad no es incivismo. La simplificación es uno de los enemigos principales de la razón», reflexionó.
La nueva aplicación de FGC, gratuita, no tiene antecedentes en otros sistema de transporte -esta vez no se ha dado la práctica habitual en administraciones de imitarse la una a la otra- con lo cual el resultado es todavía una incógnita.
Actualmente, subraya Ticó, los indicadores de percepción del servicio son buenos y la mayoría de parámetros de seguridad han mejorado, pero el objetivo es mantener una batalla constante contra el incívico para preservar un servicio público.
MULTAS DE HASTA 300 EUROS / La aplicación, pensada para Android y Apple y que también ofrece datos sobre horarios y líneas de trenes, incluye 11 acciones incívicas predeterminadas: mendicidad, asientos sucios
(personas con los pies en ellos), gente en el suelo, rayado de cristales, apedreamiento del tren, impago del billete por parte de usuarios, suciedad en el tren, música alta (músicos ambulantes), el consumo de tabaco, la realización de grafitis y que no se respete la reserva de algunos asientos para colectivos determinados, como las embarazadas y los ancianos. La decimosegunda es «otros».
Los avisos del usuario deberán incluir la línea y las estaciones de origen y final. Y, opcionalmente, el número de coche. El mensaje llegará al centro de mando integrado y lo normal será que el conductor del tren emita un aviso por megafonía para recordar que una conducta está prohibida. Si esto no funciona, un agente de seguridad o estación puede acercarse al vagón a advertir a los incívicos, a los que se puede sancionar, en función de las conductas, con multas de hasta 300 euros.
Información tomada del El Periodico
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