La falta de actividad en el Hospital General de L’Hospitalet, la antigua Cruz Roja del barrio de La Florida, ha alertado a los usuarios y vecinos del centro, que han denunciado su conversión de facto en un gran ambulatorio. Los usuarios que requieren un ingreso de más de 72 horas se derivan al Hospital Moisès Broggi de Sant Joan Despí, un centro que, como el de L’Hospitalet, gestiona el Consorci Sanitari Integral.
“Tenemos que optimizar recursos y trabajamos con la idea de crear un hospital único”, comenta el responsable del Hospital General de L’Hospitalet, Albert Pons, que asegura que “los servicios de urgencias se mantienen en los dos centros, así como las unidades de cuidados intensivos”. Pons reconoce que los ingresos más largos se hacen en el Broggi “también por una cuestión de igualdad, porque se trata de un centro nuevo y los vecinos de L’Hospitalet también tienen derecho a disfrutar de unas instalaciones en condiciones”.
El responsable del centro sanitario reconoce que “en L’Hospitalet concentramos toda la actividad ambulatoria y en Sant Joan Despí los ingresos de larga duración”.
Recogida de firmas
La Federación de Asociaciones de Vecinos de L’Hospitalet (FAVL’H) ha comenzado una campaña de recogida de firmas para denunciar la situación, que, en la práctica, según ellos significa el cierre del hospital. “Tenemos un ambulatorio muy bien preparado, pero lo que queremos es un hospital”, reclama el presidente de la FAVL’H, Manuel Piñar.
Los vecinos de los barrios del norte de la ciudad, una población de unos 150.000 habitantes, son los que tienen como centro de referencia el Hospital General y los que ahora se derivan a Sant Joan Despí. “No tiene sentido que habiendo otro hospital en la ciudad, como es el de Bellvitge, tengamos que desplazarnos a otro municipio”, valora Piñar, que considera que de esta manera se hace una diferenciación entre los propios vecinos de L’Hospitalet.
Saturación del Broggi
El comité de empresa del Moisès Broggi mantiene que la situación se ha traducido en la saturación del centro. El Hospital Moisès Broggi se inauguró en 2010, después de décadas de reivindicaciones, para una población de referencia de 300.000 personas. “Ahora tenemos que sumar 150.000 más, con menos medios”, comenta el portavoz del comité de empresa, Juan Carlos Carreras.
El responsable sindical aclara que “para una intervención programada siempre hay una cama reservada", pero no sucede lo mismo con las urgencias. "Un paciente puede estar esperando hasta 72 horas hasta tener una cama disponible”, lamenta.
Información tomada de La Vanguardia
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