El sindicato CGT ha denunciado la pérdida de más de 200 camas hospitalarias en el Hospital de Bellvitge durante los últimos dos años. La última unidad que se ha cerrado es la de Nefrología, donde se atendía a los pacientes que se han sometido a un trasplante de riñón después de los primeros días de recuperación. El director médico de Bellvitge, Carlos Bartolomé, mantiene que los ajustes se hacen para “adecuar la oferta a la demanda” y mantiene que el centro funciona “al 100%”.
Los representantes de la CGT aseguran que los pacientes que ingresaban en la unidad de nefrología (la 7.3) ahora se reparten por otras unidades del centro sanitario, un extremo que niega el director médico de Bellvitge que asegura que se derivan a la unidad de urología o a la unidad que hay justo al lado de la que ocupaba la de nefrología.
Bartolomé ha asegurado que “en cualquier situación económica se debe velar por la garantía del servicio” y ha asegurado que “hemos puesto en marcha programas que hacen que el centro sea más eficiente y se reduzcan los ingresos de manera que se puede prescindir de camas”. En cualquier caso, según Bartolomé, el cierre es temporal y la dirección no descarta volver a abrirlo en caso de necesidad.
“Las operaciones programas permiten que la hospitalización se pueda hacer de lunes a viernes, se hacen hospitalizaciones a domicilio y cirugía ambulatoria, todo ello permite reducir los ingresos”, comenta Bartolomé.
El responsable del centro también ha justificado la pérdida de camas por la puesta en marcha en la zona de dos hospitales como el de Sant Boi o el Moisès Broggi de Sant Joan Despí.
Información tomada de La Vanguardia
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