scroll foto noticias

barra de botones

sábado, 11 de mayo de 2013


La tuneladora que inició la L-9 en Badalona en el 2003 yace amortizada en una plaza de L'Hospitalet

Obras en el pozo de bifurcación de la L9.
 Después de toda una vida de intensa y soterrada lucha, como la imagen de Carlos Marx de la clase trabajadora concienciada que, salvadas todas las distancias, cava bajo tierra su futuro hasta emerger y emanciparse en la historia, el viejo topo de la L-9/L-10, la tuneladora que inició la línea en Badalona en el 2003, se despide en el pozo de L'Hospitalet. Lo hace tras registrar la trayectoria más azarosa de la decena de colegas que en la edad de oro de las infraestructuras, y también del endeudamiento, han llegado a perforar la región metropolitana de Barcelona. 

La tuneladora más gafe con cinco largas paradas por incidencias, pero al fin cumplidora y hasta triunfante con la que está cayendo, yace ahora descuartizada en la plaza de Quart, en el Gornal. Su jubilación coincide con las obras bajo mínimos, o paralizadas sine die, de un metro que costará muchos años ver acabado.


Obras en el pozo de bifurcación de la L9. Ferran Nadeu
El enorme gusano (12 metros de diámetro, 100 de largo y 2.000 toneladas de peso) es propiedad de la unión de empresas contratistas, según explicó ayer un portavoz de la Conselleria de Territori, y ya ha sido amortizado. Difícilmente volverá, al menos íntegro, a otro tajo, si bien su futuro está por definir. Por el recinto de obras del pozo de la bifurcación (lugar estratégico de los 50 kilómetros de la línea donde el túnel que viene de la Diagonal se divide en los ramales de El Prat-aeropuerto y Zona Franca) empiezan a pasar, infructuosamente, especialistas en desguaces.

No hay comentarios: