El fiscal ha pedido este lunes cinco años de cárcel para un agente de la Guardia Urbana de Barcelona que puso cuatro multas a grúas municipales, a las que acusaba falsamente de saltarse un semáforo en rojo, como venganza porque se habían llevado en dos ocasiones su coche mal estacionado.
En la sección quinta de la Audiencia de Barcelona se ha celebrado el juicio contra el agente acusado, Francesc C.O., que ha alegado que no recordaba nada porque estaba enfermo, ya que desde poco después de los hechos está recibiendo tratamiento por depresión.
Según el fiscal, el agente acusado actuó como represalia después de que la grúa municipal le retirara su vehículo en noviembre de 2010 y en febrero de 2011, porque lo tenía mal aparcado.
Como venganza, el agente interpuso entre diciembre de 2010 y febrero de 2011 un total de cuatro multas a grúas municipales, en todos los casos por saltarse el semáforo en rojo, pese a ser falso. De hecho, en algunas de las multas las grúas sancionados se encontraban en cocheras porque aquel día no habían salido a trabajar, mientras que en otras circulaban por otras partes de la ciudad.
Por estos hechos, el fiscal ha pedido que se impongan cinco años de cárcel y de inhabilitación para el acusado, por un delito continuado de falsedad en documento oficial, mientras que la acusación particular ha reclamado dos años de prisión.
Información tomada de La Vanguardia
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