Los minuteros de los relojes europeos viajarán al futuro 360 grados exactos en busca del ahorro la noche del 30 al 31 de marzo. El cambio de hora se hará efectivo para poder pasar del horario de invierno al horario de verano y poder ahorrar de marzo a octubre entorno al 5% del consumo de energía eléctrica doméstica, según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).
Las 2:00 pasarán a ser las 3:00, permitiendo, de esta manera, disfrutar de más horas de sol reduciendo, sin embargo, la noche anterior en una hora y el día 31 de marzo a 23. No será hasta el 27 de octubre próximo que el reloj volverá a ganar la hora perdida. La noche del 26 al 27 de ese mes, las 3:00 de la madrugada pasarán a ser las 2:00 y los europeos recuperarán el horario de invierno, haciendo los días más cortos y permitiendo que el 27 de octubre pase a ser un día de 25 horas.
El cambio de hora es una medida de ahorro energético que lleva aplicándose de forma regular en España desde 1974, aunque la última regulación a la que se ha adaptado el país ha llegado de la mano de la directiva Europea 2000/84, que entre otras cosas unifica los días en los que se producen los cambios de hora en todos los países de la Unión Europea, siendo estos el último domingo de Marzo y el último de Octubre.
La medida se instauróde forma estable durante la primera crisis del petróleo de 1974, cuando algunos países decidieron adelantar sus relojes para poder aprovechar mejor la luz del sol y consumir así menos electricidad en iluminación.
El principal argumento contra los cambios de hora, sin embargo, radica en la cuestión de si el supuesto ahorro que se produce durante el horario de invierno compensa los trastornos y si no sería mejor eliminar el horario de invierno. Si se eliminara, el sol saldría a las 8:30 en época invernal.
El carácter indefinido de la aplicación del cambio de hora se adoptó por entenderse que "el buen funcionamiento de algunos sectores, no sólo el de los transportes y las comunicaciones, sino también otros ramos de la industria, requiere una programación estable a largo plazo".
Información tomada de La Vanguardia
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