Al hacer la compra tendríamos que tener más cabeza. Seguro que la ponemos a la hora de hacer cuentas y mirar precios, pero no nos paramos a pensar cuánto peso podemos llevar y en qué condiciones. Así ocurre que cargamos el doble del peso recomendado en cada brazo, lo que puede generar lesiones músculo-esqueléticas.
El Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM) es quien alerta de que cuando vamos a la compra, por regla general, cargamos el doble del peso recomendado en cada brazo, lo que puede generar lesiones músculo-esqueléticas al forzar nuestra columna cervical. Según explican los fisioterapeutas madrileños, el peso que debemos cargar en cada mano no debe superar el 10% de nuestra masa corporal si queremos evitar futuros problemas músculo-esqueléticos. Sin embargo, las bolsas de tela, poliéster o lona que adquirimos en las grandes superficies comerciales, están preparadas para soportar entre 10 y 12 kilos de peso, cuando la media recomendada (según el peso de cada uno) son 5 kilos.
Aseguran que lo ideal sería utilizar una bolsa que pudiera colgarse a modo de bandolera, “pero a día de hoy no se distribuyen bolsas con estas características”. La mejor opción es repartir el peso de la compra en dos bolsas, cuyo peso no supere los 5 kilos. Si el total de la compra supera los 10 kilos, es recomendable utilizar un carro que, preferiblemente, pueda ser empujado por ambas manos, en lugar de tener que tirar de él.
Muchas veces, “llevamos la compra en una sola bolsa, de manera que cargamos todo el peso sobre un lado del cuerpo, sobrecargando determinados músculos y encorvando la columna”, cuenta el secretario general del CPFCM, José Santos.Claro que el cuidado de nuestros huesos y nuestra columna empieza antes de tener el carro y la bolsa llenos. Mientras se está haciendo la compra, los fisioterapeutas recomiendan flexionar las piernas, en lugar de doblar la espalda, para coger productos situados por debajo de nuestras rodillas.Además, hay que evitar levantar objetos pesados más allá de la altura del pecho; solicitar ayuda del personal del establecimiento, o utilizar “escaleras” o plataformas, para alcanzar objetos a los que no tengamos acceso, en lugar de realizar esfuerzos, y no bajar la guardia a la hora de meter los objetos en el coche o cuando vayamos a colocarlos en el hogar.
Información tomada de 20 MINUTOS
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