Los llamados contadores electrónicos "inteligentes" se han convertido en clave para que los españoles logren abaratar la luz con la nueva fórmula de fijación de precios y, sin embargo, son aún sorprendentemente una incógnita al no existir datos fiables ni de su implantación ni de su funcionamiento.
La Comisión Nacional de Mercados y de la Competencia (CNMC) ha abierto una investigación sobre la situación de estos contadores , puesto que sus técnicos consideran que existe un auténtico descontrol y un nuevo peligro para entorpecer la libre competencia en el sector eléctrico, según ha podido confirmar EL MUNDO.
En el organismo que preside José María Marín ponen en duda la veracidad de las cifras de este tipo de equipos de medida con telegestión facilitadas tanto por el Ministerio como por las compañías eléctricas y considera clave esclarecer la verdadera situación.
En consecuencia, la CNMC ha enviado un requerimiento formal a todas las comercializadoras eléctricas en España para que esclarezcan con precisión cuántos contadores inteligentes hay instalados, de qué tipo son y cómo están conectados en red, según aseguran a este diario en fuentes del sector y corroboran fuentes próximas al órgano regulador.
La previsión del Ministerio de Industria es que este año haya instalados y en pleno funcionamiento al menos siete millones de estos contadores, que permiten teóricamente un avance considerable en la eficiencia energética de los hogares, pero la CNMC lo ha puesto en cuestión, por el desbarajuste preliminar que ha detectado.
Otra preocupación es que las empresas con más clientes implanten contadores propios inutilizables por la competencia, con lo que se produciría una barrera a la libre competencia en origen, lo que la CNMC considera inadmisible para el consumidor.
De la única información que dispone el regulador sobre esta materia es un informe fechado en 2011 que supervisaba el cumplimiento del plan de instalación de estos contadores. Los resultados, a cierre de 2010, eran desastrosos. Las distribuidoras eléctricas -propietarias de las redes de media y baja tensión- sólo habían sustituido un 1,4% del total de contadores que componen el parque nacional, frente al 30% previsto inicialmente en el plan. En cifras redondas, 383.000 contadores sobre un total de 27,7 millones de unidades. Cuatro de las cinco grandes eléctricas asociadas en Unesa habían instalado menos de un 1% de sus contadores en esa fecha.
Ante un primer toque de atención de la extinta Comisión Nacional de la Energía (CNE), las eléctricas alegaron su incumplimiento del plan en el retraso la indisponibilidad de los aparatos y la tardanza de algunas comunidades autónomas para aprobar los planes de sustitución de los equipos de medida. El regulador aceptó este argumento y estableció un nuevo porcentaje de cumplimiento del plan: el 35% a cierre de 2013.
Las eléctricas han pisado el acelerador en este periodo ante el nuevo objetivo marcado. Sólo entre los tres principales agentes -Iberdrola, Endesa y Gas Natural Fenosa- han instalado ya alrededor de 7 millones de contadores, según sus cifras. El objetivo de la CNMC es conocer hasta qué punto son ciertas y qué porcentaje de estos contadores incluye a los puntos suministros con una potencia instalada inferior a 10 kilovatios y acogidos al Precio Voluntario del Pequeño Consumidor (Pvpc) vigente desde el pasado uno de enero.
Esto último es clave para conocer la adaptación de los hogares y pequeñas empresas al nuevo sistema de tarifas que liga el coste de la energía al que marque en una hora determinada el mercado mayorista de la electricidad. El nuevo mecanismo será aprobado este mes en consejo de ministros y entrará en vigor a partir del próximo 1 de abril. Sin embargo, la complejidad de este nuevo modelo y el caos en torno al número de contadores inteligentes ha obligado a Industria a aplazar el periodo de adaptación "unos meses", según explicó ayer el ministro José Manuel Soria durante una visita oficial a Senegal.
El texto remitido por Industria al Consejo de Estado establece un plazo de adaptación de dos meses, por lo que el nuevo mecanismo debería aplicarse a partir de junio. Sin embargo, la secretaria de Economía y Empleo del PSOE, Inmaculada Rodríguez-Piñero, manifestó ayer sus dudas ante el cumplimiento de este nuevo plazo.
"Nosotros somos absolutamente críticos con el nuevo sistema de precios porque requerirá de tener contadores inteligentes que no están disponibles. Y ahora ya no será el 1 de abril, sino el 1 de junio, casualmente tras las elecciones (europeas del 25 de mayo)", ha añadido, recordando que el PSOE ya advirtió de que sería "imposible" poner en marcha el nuevo mecanismo a partir del 1 de abril, como pretendía el Ejecutivo.
Información tomada de EL MUNDO
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