El centro de formación Seat fomenta el trabajo en equipo instalando mesas en forma de hexágono |
La demanda de plazas en este centro de aprendizaje profesional remunerado se ha disparado con la crisis. En la Escuela se han formado un total de 1.500 trabajadores de la filial del grupo Volkswagen en España
Alumnos de la escuela de formación Volkswagen, en Alemania, acuden al centro español, unos meses, para promover el intercambio |
Formar a un profesional no se limita a las clases teóricas o prácticas para aprender un oficio. También juegan un papel primordial los valores de la empresa para la que se está formando, así como las actitudes y aptitudes personales de cada trabajador. Con el principal objetivo de formar buenos técnicos profesionales, Seat ha forjado una extensa cantera de trabajadores en el centro de formación de la Zona Franca de Barcelona desde que en 1957 iniciara sus actividades.
El centro de formación actualmente imparte tres ciclos formativos de grado medio de tres años de duración: Mecanizado, Mantenimiento electromecánico y Electromecánica de vehículos automóviles. Desde el curso pasado, la empresa española de automoción imparte el sistema de formación profesional dual, que combina la formación teórica y práctica e incorpora 1.700 horas de trabajo, con su correspondiente remuneración económica, aprobado por el Departament d’Ensenyament de la Generalitat de Catalunya.
Manuel Moreno, responsable del Centro de Formación Seat, explica que aunque los alumnos en el primer curso sigan horarios y calendario escolar, desde el comienzo los aprendices adoptan una visión global de empresa. De este modo, si las clases empiezan a las ocho de la mañana, los estudiantes deben ser puntuales y estar cambiados con los uniformes correspondientes y en sus puestos de trabajo. El primer año de formación está destinado a la enseñanza de las máquinas pero no del oficio. Cuando acaban el curso, en julio, es cuando los alumnos tienen la oportunidad de realizar prácticas en la fábrica de Martorell para empezar a tener un contacto real con el mundo laboral. Durante los dos años siguientes de aprendizaje se combina la formación en las aulas y en los centros de instrucción de las fábricas con horarios de ocho horas diarias.
La particularidad de esta escuela, y también uno de los factores de éxito, es que su objetivo primordial es añadir valor a la empresa. Según Moreno, “lo primero que se intenta es aportar buenos profesionales, pero también promover los valores fundamentales que la forman, como la responsabilidad, la iniciativa, el trabajo en equipo o la orientación hacia la calidad”. En el taller de aprendices de la Zona Franca los alumnos disponen de una pequeña unidad de negocio donde poner en práctica dichos valores y pueden realizar prácticas con encargos reales provenientes de otros departamentos de la empresa. “Así, los alumnos adquieren responsabilidad y tienen claro que tienen unos compromisos que hay que cumplir ya que detrás hay una persona que espera el trabajo que ha solicitado”, declara el responsable del centro.
Siempre por instructores de Seat
Cuando trabajan en la fábrica, los aprendices se identifican claramente porque visten con un uniforme de distinto color y se mueven en zonas indicadas con un cartel de “zona de aprendizaje” para que todos los trabajadores que están allí puedan diferenciarlos. Aunque los sindicatos siempre han estado de acuerdo con la escuela y nunca han puesto ningún impedimento, delimitar las zonas y el cambio de uniforme se ha adoptado para que nadie creyera que los alumnos pudieran suponer una amenaza para los puestos de trabajo.
Todo lo contrario: los estudiantes del centro de formación Seat tienen una gran acogida en la fábrica. Desde las aulas de formación hasta Martorell, los alumnos siempre tienen un referente profesional en el que apoyarse y poder adquirir sus conocimientos. De este modo, los aprendices cuentan con 39 tutores, expertos y con gran conocimiento del oficio, que la empresa forma previamente para realizar la función de mentor en las fábricas.
Moreno afirma a El Llobregat que “los que trabajamos en este proyecto estamos muy orgullosos porqué en los 57 años de funcionamiento la escuela ha formado a más de 1.500 empleados de Seat”. Además, el responsable de la escuela destaca que gracias a los valores adquiridos, “los alumnos que realizan la formación profesional con nosotros tienen un mejor futuro profesional”.
Más solicitudes que plazas
Los alumnos de la escuela de aprendices de Seat nunca han pagado por los servicios que reciben, más bien al contrario. Al formar parte del centro privado de formación, los estudiantes tienen un contrato laboral en función de aprendizaje y cobran el primer año cada mes 250 euros, por catorce pagas; 420 euros el segundo año y 530 el último curso. No es de extrañar, que a raíz de la mala situación económica de muchas familias españolas, la demanda de plazas hayan aumentado de forma exponencial.
El curso pasado, la escuela ofreció 75 plazas para iniciar el primer curso y recibieron un total de 1.200 solicitudes. Frente a tal demanda, es necesario realizar un detenido proceso de selección, que según explica Manuel Moreno, consta de dos fases. La primera es la realización de un test psicotécnico con el claro objetivo de valorar el grado de capacidad de lógica del aprendiz y también su grado de madurez. La segunda fase de la selección consiste en la realización de una entrevista individual por los técnicos del departamento de selección de personal de Seat.
Actualmente, la escuela ha abierto el proceso de preinscripción de cara al curso 2014-2015 (hasta el 31 de mayo) por lo que los interesados pueden realizar una visita a las instalaciones en las jornadas de puertas abiertas que el centro ha programado.
El centro de formación actualmente imparte tres ciclos formativos de grado medio de tres años de duración: Mecanizado, Mantenimiento electromecánico y Electromecánica de vehículos automóviles. Desde el curso pasado, la empresa española de automoción imparte el sistema de formación profesional dual, que combina la formación teórica y práctica e incorpora 1.700 horas de trabajo, con su correspondiente remuneración económica, aprobado por el Departament d’Ensenyament de la Generalitat de Catalunya.
Manuel Moreno, responsable del Centro de Formación Seat, explica que aunque los alumnos en el primer curso sigan horarios y calendario escolar, desde el comienzo los aprendices adoptan una visión global de empresa. De este modo, si las clases empiezan a las ocho de la mañana, los estudiantes deben ser puntuales y estar cambiados con los uniformes correspondientes y en sus puestos de trabajo. El primer año de formación está destinado a la enseñanza de las máquinas pero no del oficio. Cuando acaban el curso, en julio, es cuando los alumnos tienen la oportunidad de realizar prácticas en la fábrica de Martorell para empezar a tener un contacto real con el mundo laboral. Durante los dos años siguientes de aprendizaje se combina la formación en las aulas y en los centros de instrucción de las fábricas con horarios de ocho horas diarias.
La particularidad de esta escuela, y también uno de los factores de éxito, es que su objetivo primordial es añadir valor a la empresa. Según Moreno, “lo primero que se intenta es aportar buenos profesionales, pero también promover los valores fundamentales que la forman, como la responsabilidad, la iniciativa, el trabajo en equipo o la orientación hacia la calidad”. En el taller de aprendices de la Zona Franca los alumnos disponen de una pequeña unidad de negocio donde poner en práctica dichos valores y pueden realizar prácticas con encargos reales provenientes de otros departamentos de la empresa. “Así, los alumnos adquieren responsabilidad y tienen claro que tienen unos compromisos que hay que cumplir ya que detrás hay una persona que espera el trabajo que ha solicitado”, declara el responsable del centro.
Siempre por instructores de Seat
Cuando trabajan en la fábrica, los aprendices se identifican claramente porque visten con un uniforme de distinto color y se mueven en zonas indicadas con un cartel de “zona de aprendizaje” para que todos los trabajadores que están allí puedan diferenciarlos. Aunque los sindicatos siempre han estado de acuerdo con la escuela y nunca han puesto ningún impedimento, delimitar las zonas y el cambio de uniforme se ha adoptado para que nadie creyera que los alumnos pudieran suponer una amenaza para los puestos de trabajo.
Todo lo contrario: los estudiantes del centro de formación Seat tienen una gran acogida en la fábrica. Desde las aulas de formación hasta Martorell, los alumnos siempre tienen un referente profesional en el que apoyarse y poder adquirir sus conocimientos. De este modo, los aprendices cuentan con 39 tutores, expertos y con gran conocimiento del oficio, que la empresa forma previamente para realizar la función de mentor en las fábricas.
Moreno afirma a El Llobregat que “los que trabajamos en este proyecto estamos muy orgullosos porqué en los 57 años de funcionamiento la escuela ha formado a más de 1.500 empleados de Seat”. Además, el responsable de la escuela destaca que gracias a los valores adquiridos, “los alumnos que realizan la formación profesional con nosotros tienen un mejor futuro profesional”.
Más solicitudes que plazas
Los alumnos de la escuela de aprendices de Seat nunca han pagado por los servicios que reciben, más bien al contrario. Al formar parte del centro privado de formación, los estudiantes tienen un contrato laboral en función de aprendizaje y cobran el primer año cada mes 250 euros, por catorce pagas; 420 euros el segundo año y 530 el último curso. No es de extrañar, que a raíz de la mala situación económica de muchas familias españolas, la demanda de plazas hayan aumentado de forma exponencial.
El curso pasado, la escuela ofreció 75 plazas para iniciar el primer curso y recibieron un total de 1.200 solicitudes. Frente a tal demanda, es necesario realizar un detenido proceso de selección, que según explica Manuel Moreno, consta de dos fases. La primera es la realización de un test psicotécnico con el claro objetivo de valorar el grado de capacidad de lógica del aprendiz y también su grado de madurez. La segunda fase de la selección consiste en la realización de una entrevista individual por los técnicos del departamento de selección de personal de Seat.
Actualmente, la escuela ha abierto el proceso de preinscripción de cara al curso 2014-2015 (hasta el 31 de mayo) por lo que los interesados pueden realizar una visita a las instalaciones en las jornadas de puertas abiertas que el centro ha programado.
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