En la mayoría, en 11.600 de ellos, se usa el sistema de seguridad denominado ASFA (Anuncio de Señales y Frenado Automático), el mismo que había en el lugar donde el miércoles descarriló el Alvia y perdieron la vida menos 78 personas. Solo en los 2.400 kilómetros restantes, principalmente en los trazados que se realizan con AVE a 300 kilómetros por hora, se usa el más avanzado y sofisticado ERTMS (European Rail Traffic Management System).
Hay una excepción: una línea que no es de alta velocidad goza de este equipamiento en Cercanías de Madrid. Es decir, hay tramos de alta velocidad que son menos seguros que Cercanías madrileñas.
Los responsables ferroviarios y de Fomento eluden entrar a debatir sobre si se podría haber evitado el accidente de Santiago y menos aún si un sistema más moderno y fiable como el ERTMS lo habría impedido. Insisten que ambos son seguros y que en cada vía se opta por uno u otro en función de las necesidades.