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lunes, 29 de julio de 2013


Tramos de alta velocidad en Cataluña son menos seguros que Cercanías de Madrid

Cada día viajan por la red ferroviaria española 1,6 millones de pasajeros. Lo hacen por las vías de ancho convencional (Cercanías, Media Distancia, Larga Distancia) y también por las de alta velocidad. Son 14.000 kilómetros de tendido férreo en total.
En la mayoría, en 11.600 de ellos, se usa el sistema de seguridad denominado ASFA (Anuncio de Señales y Frenado Automático), el mismo que había en el lugar donde el miércoles descarriló el Alvia y perdieron la vida menos 78 personas. Solo en los 2.400 kilómetros restantes, principalmente en los trazados que se realizan con AVE a 300 kilómetros por hora, se usa el más avanzado y sofisticado ERTMS (European Rail Traffic Management System).
Hay una excepción: una línea que no es de alta velocidad goza de este equipamiento en Cercanías de Madrid. Es decir, hay tramos de alta velocidad que son menos seguros que Cercanías madrileñas.
Los responsables ferroviarios y de Fomento eluden entrar a debatir sobre si se podría haber evitado el accidente de Santiago y menos aún si un sistema más moderno y fiable como el ERTMS lo habría impedido. Insisten que ambos son seguros y que en cada vía se opta por uno u otro en función de las necesidades.

Catalunya reclama ERTMS

La Generalitat reclama sin éxito desde hace años que por lo menos en los colapsados túneles de Rodalies en Barcelona se implante este dispositivo. Pese a que en el último convenio de Rodalies, firmado en junio, consta por enésima vez esta inversión, cifrada en 150 millones.
Lo que pide la Generalitat ya existe en parte de la red de Cercanías de Madrid, en la que desde marzo del 2012 hay ERTMS en unos 60 kilómetros de la C-4, entre Parla y Colmenar Viejo, y en dos ramales que van a Alcobendas y San Sebastián de los Reyes. También está en el túnel que conecta Atocha y Chamartín, donde justamente este fin de semana estaba previsto realizar pruebas para mejorarlo. Fomento y Renfe invirtieron en su día 60 millones para que los Cercanías madrileños contaran con un cerebro de AVE.

En el metro de Barcelona y en la línea de Ferrocarrils de la Generalitat del Vallès existe el ATP (Automatic Tren Protection), que es parecido al ERTMS porque incorpora a la conducción las limitaciones de velocidad relacionadas con la infraestructura. O sea, que detiene el tren si el maquinista, como según parece ocurrió en Galicia, sobrepasa lo que le marca la hoja de ruta y la señalización.

Información tomada de EL PERIODICO

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