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miércoles, 10 de julio de 2013


Si te intentan violar, grita "¡Fuego!"

Sí, puede parecer una excentricidad o una estupidez pero es algo que recomiendan quienes saben del asunto. ¿Por qué "¡Fuego!, ¡fuego!" y no un clásico "¡Socorro, me atacan!"? Porque aparentemente cuando la gente oye gritos de "¡fuego!" es más proclive a implicarse y ayudarte que si oye un desgarrador "¡Me atacan!", que desata el miedo y el temor a ser también atacado.

Afortunadamente, nunca he tenido que comprobar si es verdad. Pero es sin duda la recomendación que mejor recuerdo de un cursillo de defensa personal para mujeres que hice a mediados de los noventa como parte de un curso sobre Estudios de la Mujer en una universidad británica (horizontes descubiertos gracias a Erasmus). El asunto me vino a la cabeza hace unos días al leer este reportaje de Jaime Prats con el escalofriante titular Una violación cada ocho horas. El artículo no habla de violaciones en India. No, es sobre España.


Hay muchas maneras de prevenirlo. La primera, la que debería ser la más obvia, es una recomendación para el agresor: ¡No violes!, como recuerda este cartel de los mejores 10 tips contra los ataques sexuales.
Para asegurarme de que aquellos recuerdos no estaban desfasados o eran erróneos, llamé a la Asociación de Asistencia a Mujeres Violadas (Cavas). Lola Cidoncha, coordinadora de este centro que asiste a víctimas de agresiones sexuales, avaló la mayoría de las recomendaciones:

-Gritar "¡Fuego!"
-Si el autobús (el tren o el metro) van vacíos o casi, siéntate cerca del conductor.
-No subas al ascensor si hay un desconocido dentro, finge que se te ha olvidad algo.
-No dejes a un desconocido entrar al portal contigo. (Hace unos meses, una mujer nos paró a las tantas a mi marido y a mí para pedirnos que la esperáramos en el portal mientras subía a su casa porque había un mendigo durmiendo en el descansillo).

Otra de aquellas pistas iba dirigida a los hombres:


-Si de noche caminas por una acera y delante tuyo camina una mujer, cruza la calle para adelantarla, así evitas la posibilidad de asustarla.

Cidoncha jamás había oído esta última pero sí las otras. Un par de las recomendaciones de aquel curso tenían que ver con golpes de defensa personal. Dónde y cómo pegar al agresor. Me dijo que su organización desaconseja en términos generales defenderse salvo que sepa muy bien cómo hacerlo y esté muy segura de que conseguirá escapar; y que en ningún caso recomiendan hacer frente al atacante si está armado. Cidoncha me remitió a esta completa guía de prevención de agresiones sexuales. de Cavas.

Incluye consejos prácticos como estos:

-Cuando vuelvas a casa tarde, llama siempre al portero automático y di que subes (aunque no haya nadie en casa; si alguien te sigue pensara que no estás sola).
-Si crees que alguien te sigue por la calle, no corras hacia tu casa. Corre a un lugar público, donde haya gente y pide ayuda allí.
-No hagas autoestop, ni montes en un coche con desconocidos.
-No renuncies a relacionarte con la gente, pero adopta algunas medidas de precaución.
-Si deseas mantener una relación sexual tienes derecho a decir sí, pero si no lo deseas debes decir no. Hazlo de forma clara y contundente.
Mientras buscaba un dato en Internet me he topado con otra:
-Si vives sola, en el buzón de casa pon solo el apellido.

Y, para que a nadie se le olvide que la culpa nunca es de la víctima, basta echar un vistazo a estas caras y a estas frases. Son mujeres violadas que posan para la fotógrafa Grace Brown en su proyecto Irrompibles con las frases que sus agresores decían mientras las atacaban: “Si realmente no te gusta, ¿por qué no gritas? Mi padre, 6 años", escribe una superviviente en español. Un retazo de las historias que hay tras las estadísticas.
Información tomada de EL PAIS

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