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miércoles, 13 de noviembre de 2013


La polución persiste muy alta en el Baix Llobregat pese a la reducción del tráfico

La comarca del Baix Llobregat se encuentra en el Top10 de zonas metropolitanas de España con peor calidad del aire, superando los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Así lo detalla un informe elaborado por la entidad Ecologistas en Acción, que destaca que según estudios europeos hay una relación directa entre los altos niveles de contaminación del aire europeo y la muerte prematura de más de 400.000 personas durante 2012, 19.940 de las cuales en España. La reducción del tráfico en un 4,7% en el área de Barcelona en el último año ha rebajado los indicadores más alarmantes, aunque los índices de contaminación siguen sin alcanzar las recomendaciones de la OMS. Los municipios más cercanos a las grandes arterias de circulación también tratan, en la medida que sus competencias lo permiten, mitigar la contaminación con iniciativas como fomentar el transporte público o pavimentar los polígonos industriales.


Los tres marcadores clave
El estudio de Ecologistas en Acción analiza la presencia de partículas en suspensión, ozono troposférico y dióxido de nitrógeno. "Luego se analizan estos tres datos para compararlos con lo que marca la normativa actual y también con las recomendaciones de la OMS, que son más exigentes", comenta uno de los responsables del estudio, Mariano González. En el Baix Llobregat se superan los límites recomendados en los tres casos. "Es una zona densamente poblada por la que pasan las principales vías de comunicación, como autopistas y autovías, con mucho tráfico rodado y una elevada actividad industrial", explica González.
"La combinación de todos estos factores hace que sea una de las zonas que sale peor parada de toda España", comenta el responsable de la oenegé, que apunta  al puerto y al aeropuerto como otros responsables de la polución, menos divulgados que el tráfico. El Aeropuerto del Prat, por ejemplo, aporta sobre todo dióxido de nitrógeno. "Entre el 5% y el 10% del dióxido de nitrógeno que hay en la comarca se puede atribuir de forma directa al aeropuerto", comenta González.

Menos tráfico
La crisis económica ha limado los niveles de contaminación en los últimos cinco años y el consumo de combustible ha bajado un 20%, recuerda Mariano González. "Cuanto menos combustible fósil mejor para la calidad del aire", argumenta González. Y es que el transporte privado es uno de los principales afectados por la crisis económica: en el área de Barcelona el número de viajes en vehículo privado se ha reducido en un 4,7% en un año. El vicepresidente de Transporte del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), Antonio Poveda, sostiene que "los usuarios optan más por el transporte público o por modos de transporte como la bicicleta, que son más económicos e incluso más eficientes".
Todas las vías de acceso a Barcelona por el sur, por el Baix Llobregat, han perdido usuarios en los últimos cinco años, según datos facilitados por el Servei Català del Trànsit. La autovía de Castelldefels (C-31) ha perdido un 3,4% de usuarios respecto al pasado año; la autopista del Garraf (C-32), el 3,3%; la B-23, el 1,8%; y la autovía del Baix Llobregat, el 3,7% respecto al año anterior. De las cuatro vías, que tuvieron limitada su velocidad a 80 kilómetros por hora en su tramo metropolitano durante el gobierno tripartito, las tres primeras hoy varían la limitación en función de la contaminación atmosférica. La A-2 es la única que mantiene el límite de velocidad a 120 kilómetros por hora a partir de Sant Vicenç dels Horts.

Promoción del transporte público
Los municipios de la comarca, para los que la contaminación es una vieja conocida, han desarrollado estrategias ambientales que sean compatibles con sus competencias como administración local. Así, por ejemplo, impulsan la pacificación de calles y promueven el transporte público municipal o el uso de bicicletas particulares.
"Hay aspectos en los que es muy difícil trabajar, como por ejemplo, en el tráfico de las grandes vías de comunicación, como la autovía del Baix Llobregat (A2), que escapan a la competencia municipal", comenta la concejal de Medio Ambiente y Sostenibilidad de Sant Vicenç dels Horts, Petri García. En este sentido, García ha vuelto a reivindicar mejoras en los accesos a la autovía. "Ahora el acceso desde Torrelles, Santa Coloma de Cervelló e incluso Sant Boi se hace desde la rotonda de Sant Vicenç dels Horts, lo que provoca congestiones a diario". Y los embotellamientos producen todavía más contaminación atmosférica que el tránsito fluido.
La regidora defiende que los parámetros actuales del municipio están por debajo de los que marca la Generalitat, tras años de política ambiental local. "En Sant Vicenç dels Horts tenemos dos empresas potencialmente peligrosas en este aspecto y que tenemos que vigilar mucho, como una fundición y una cementera", explica García. "Aunque hemos conseguido sacar la fundición del núcleo urbano al polígono de Les Fallulles y que la cementera mejore sus instalaciones, no debemos bajar la guardia", apunta.
Durante los años de bonanza, las arcas de los ayuntamientos gozaban de buena salud por el boom de la construcción y muchos consistorios aplicaron políticas ambientales ambiciosas. Ahora, sin embargo, la estrechez presupuestaria frena la introducción de mejoras que conlleven un cierto nivel de gasto, como por ejemplo la renovación de la flota de autobuses por vehículos eléctricos o híbridos.

Mejora de la industria
La pavimentación de los polígonos industriales y un mayor control sobre la actividad industrial son dos de las estrategias elegidas por Sant Andreu de la Barca para la mejora de la calidad y la reducción de las partículas en suspensión, explica la técnica de medio ambiente local, Rosa Maria Asencio. "Hay una mayor concienciación ambiental y la aplicación de medidas de mejoras en las empresas está bien vista y les hace ganar prestigio", comenta Asencio.
Uno de los principales problemas en esta localidad del Baix Llobregat es el dióxido de nitrógeno, relacionado directamente con el tráfico rodado. "Poco podemos hacer, porque es consecuencia de la A2", lamenta Asencio, que considera que los niveles que se registran son elevados, en parte, "porque el medidor está justo al lado de la autovía".
El ayuntamiento de Sant Andreu de la Barca redactará próximamente, en colaboración de la Diputación de Barcelona, un Plan de mejora de la calidad del aire para detectar los principales problemas de la localidad y fijar las acciones más eficientes para solucionarlos. También colocará un nuevo captador de partículas de menor tamaño –"las más nocivas para la salud humana", comenta Asencio–, para disponer de datos actualizados.
Información tomada de LA VANGUARDIA

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