Los técnicos municipales del ayuntamiento seguían esta mañana pintando el carril bus de la calle de Marina. Por ahí pasará la línea V-21, una de las cinco que entrarán en funcionamiento el próximo mes de octubre como avanzadilla de la nueva malla ortogonal destinada a ofrecer un transporte colectivo más racional y ágil.Ajenos al pintado del asfalto, los conductores que entran a Barcelona por Gran Via siguen extrañados ante la presencia de dos agentes de la Urbana que a la altura de Marina no les permiten adentrarse en la ciudad por el lateral de la inmensa arteria. Ese lado montaña está ahora reservado a autobuses, taxis, servicios y aparcamientos de la zona. La alternativa es subir a buscar Diputació, donde a partir de la apertura de colegios quizás haya que modificar algún que otro semáforo para dar mayor fluidez al tráfico que ahora absorberá esta calle del Eixample.
El nuevo carril bus-taxi de bajada de Marina, entre Diputació y Gran Via, sigue generando despistes. Algunos conductores, quizás empujados por la inercia, invaden este vial sin darse cuenta de que se colocan en sentido contrario. Queda por ver qué hará el ayuntamiento con el área verde y los aparcamientos de motos situados a la izquierda de este corredor, en el lado Llobregat. Los vehículos están estacionados en la dirección equivocada y, además, llegar a aparcar ahí requerirá quebrantar varias normas de circulación, como saltarse una línea continua o situarse contra dirección para maniobrar, con el riesgo de que un hercúleo vehículo de TMB venga de cara.
La línea V-21 va de Montbau al paseo Marítim, junto a la plaza de los Voluntaris Olímpics. Bajará por el túnel de la Rovira y luego cojerá Lepanto para entrar en el distrito del Eixample. Girará a la derecha por Diputació y luego se incorporará a Marina, calle que ya no abandonará hasta la desembocadura del recorrido. En Diputació, donde solo deberá cubrir 120 metros, no se pintará carril bus alguno, ya que es un tramo sin demasiado tráfico.
Informacion tomada de El Periodico
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