Poder utilizar los lavabos de un exclusivo hotel de Nueva York, situado en la planta 18, y contemplar el skyline de la ciudad, tiene un precio, la intimidad. Los usuarios del club Bom Bom Bom del ostentoso Standard Hotel en Manhattan son completamente visibles a los transeúntes de la ciudad neoyorquina gracias a las ventanas acristaladas de más de 3 metros de altura.El hallazgo ha alarmado a más de un usuario que desconocía la perspectiva que ofrecían al vecindario, ya que no hay ningún tipo de señal que así lo indique, según informa el Daily Mail. "Vi a la gente saludándome! mientras estaba sentado en el trono", afirma David Langdon al New York Daily News.
Su hija Belinda Langdon, de 24 años, afirmó que "es bastante espeluznante". "Las personas que toman fotos son pervertidos. Sólo espero que nadie me reconozca en la calle". Las ventanas son visibles para los turistas que visitan la zona, un espacio público en un área de transporte ferroviario histórica elevada por encima de las calles del Meatpacking District.
Filas de baños se alinean en las paredes del edificio donde los usuarios se sientan lo suficientemente cerca de las ventanas para que los transeúntes puedan verlos sentados y hacer sus necesidades. No hay cortinas o persianas para los clientes que deseen no ofrecer postales a los turistas.
Sin embargo, a algunos clientes parece no importarles el exhibicionismo público. Un hombre, incluso, llegó a saludar a la gente que lo observaba hacer sus necesidades. "¿A quién le importa?" se preguntaba Florentina Ballesteros, de 26 años, que añadía, "la vista es maravillosa en ambos sentidos".
Informacion tomada de La Vanguardia
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