La Luna no obstaculizará la visión de la lluvia de meteoros Perseidas, popularmente llamadas 'Lágrimas de San Lorenzo'. Los expertos han destacado que este evento alcanzará su máximo de actividad en la noche del 11 al 12 de agosto, cuando el satélite acabe de salir de la fase de 'Luna nueva', por lo que no habrá problema para disfrutar de este espectáculo visual.
En cuanto a las previsiones meteorológicas, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) destaca que en la mitad norte peninsular el cielo estará nuboso, por lo que será difícil observar la lluvia en esa zona. En el resto del país se esperan cielos despejados, así que los aficionados que lo deseen podrán ver el acontecimiento a simple vista.
Así, los expertos han explicado que no es necesario ningún equipo de telescopio para poder ver las Perseidas. Aconsejan encontrar un lugar oscuro, apartado de las ciudades, con una vista aérea abierta. "Con un poco de suerte verá una 'estrella fugaz' cada minuto más o menos en promedio", han indicado los astrónomos de la NASA.
Las Perseidas vienen del cometa Swift-Tuttle
Las llamadas estrellas fugaces son pequeñas partículas de polvo de distintos tamaños, algunas menores que granos de arena, que van dejando los cometas a lo largo de sus órbitas alrededor del Sol. Cuando un cometa se acerca a las regiones interiores del Sistema Solar, su núcleo, formado por hielo y rocas, se sublima debido a la acción de la radiación solar y genera las características colas de polvo y gas.
Las llamadas estrellas fugaces son pequeñas partículas de polvo de distintos tamaños, algunas menores que granos de arena, que van dejando los cometas a lo largo de sus órbitas alrededor del Sol. Cuando un cometa se acerca a las regiones interiores del Sistema Solar, su núcleo, formado por hielo y rocas, se sublima debido a la acción de la radiación solar y genera las características colas de polvo y gas.
La corriente de partículas resultante se dispersa por la órbita del cometa y es atravesada cada año por la Tierra en su recorrido alrededor del Sol. Durante este encuentro, las partículas de polvo se desintegran al entrar a gran velocidad en la atmósfera terrestre, creando los conocidos trazos luminosos que reciben el nombre científico de meteoros.
En verano, la Tierra cruza la órbita del cometa Swift-Tuttle, que tiene un periodo de 133 años y que pasó cerca del Sol por última vez en 1992. La lluvia de meteoros que se produce suele tener su máxima actividad entre el 12 y 13 de agosto, aunque el fenómeno es apreciable en menor intensidad desde la segunda mitad de julio hasta finales de agosto. El nombre de Perseidas se debe a que su radiante se encuentra en la constelación de Perseo.
Información tomada de ANTENA3
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